China en el punto de mira: primeras consecuencias económicas de la invasión rusa a Ucrania. La importancia de las Relaciones Internacionales.

Por Yuan Jia. Directora académica y profesora del Área Internacional del Instituto Séneca

China ha mostrado una actitud resiliente en el convulso panorama geopolítico y económico mundial debido al actual conflicto en Ucrania.

Ante la lluvia de duras sanciones impuestas a Rusia en los últimos días, el gobierno chino afirma que mantendrá los intercambios económicos y comerciales normales con Rusia.

 Entre las sanciones más destacadas, el bloqueo al banco central ruso para extender sus reservas internacionales y la prohibición de varios bancos rusos del sistema de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), supondrá el aislamiento económico de Rusia.

En la misma dinámica, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) liderado por China con un 26.5% de votos, ha decidido suspender todas las actividades relacionadas con Rusia y Bielorrusia, y ha congelado todos los préstamos del primero.

La decisión no ha sido sorpresa para nadie dado que el AIIB debe salvaguardar la integridad financiera de todos sus miembros, pero tampoco ha sido una decisión fácil teniendo en cuenta que Rusia es la tercera economía más importante dentro del mismo con un 5,97% de derechos de voto.

A pesar de todo, la actitud de China es firme, y continuará ofreciendo apoyo económico y comercial. ¿Pueden las sanciones acercar Moscú a Beijing y cambiar el sistema financiero mundial? Esta es sin duda una de las grandes cuestiones del siglo XXI y seguramente las negociaciones ante la resolución de conflictos más tensas están aún por llegar. Por ahora, las relaciones económicas entre ambos han salido reforzadas. Una vez más queda patente la importancia de reforzar las Relaciones Internacionales.

Por un lado, China se ha convertido en el principal cliente de la energía rusa, y por el otro, el gigante asiático prevé aumentar su presencia en las empresas rusas de energía y materias primas, como el gigante del gas Gazprom de propiedad estatal, y el productor de aluminio más grande del mundo Rusal.