Chema Monje – Psicólogo. Colaborador externo del Instituto Séneca
Dada la condición social de la raza humana, la interacción entre personas es algo de lo que no se puede escapar fácilmente.
Una de esas formas de relacionarse con los demás tiene que ver con el diálogo y el estilo que en él le damos a las palabras que decidimos o a los gestos que proponemos.
Podríamos considerar por tanto la existencia de un continuo en la conversación desde la mayor de las bondades en un extremo hasta la mayor de las hostilidades en el otro opuesto, lo que decantaría, según el punto en el que nos encontráramos, el grado de tensión del momento o el estado emocional de los participantes en el mismo.
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es una forma de conducta en la interacción con otras personas que detalla de forma sencilla, considerada y correcta lo que se quiere expresar.
Se convierte en una habilidad para defender nuestros intereses, opiniones, sensaciones o inquietudes evitando
el menosprecio y el rechazo manifiesto hacía otros puntos de vista.
Es un ejercicio de gestión emocional, empatía, equilibrio y reconocimiento, un acto de responsabilidad para con los intervinientes, la situación y las consecuencias, una oportunidad de crear claramente un buen y sano momento.
¿Cómo ponerla en práctica?
Sutil en lugar de tajante, afable en lugar de hiriente, claro en lugar de indirecto, genuino en lugar de esquivo o reflexivo en lugar de impulsivo, sería algunas de las alternativas que se nos presentan para conseguirlo.
También, enemigo del conflicto, proactivo en las relaciones, cuidadoso en la postura y el tono, respetuoso conlos otros o hábil en la escucha activa y el contacto visual.
Mostrar interés, dispuesto a la valoración, confiable, entrenado en la negociación o cercano siempre a la calma, estarían además en disposición de llevarnos hasta donde pretendemos.
¿Qué efectos tiene?
Saber escuchar y que te escuchen, respetar y ser respetado, sentirte libre en la expresión de tus ideas y dar libertad a la expresión de las ideas de los otros, además de los ya comentados hasta ahora, no son solo algo bonito de experimentar, también favorece una mayor autoestima, demuestra capacidad empática y eleva la complicidad entre los implicados durante el tiempo compartido evitando inseguridades, incomprensión o frustraciones.
Fomenta la invención y el desarrollo de ideas haciendo que el momento avance y fluya evitando el estancamiento y el bloqueo. Garantiza positividad y energía, relajación y sosiego, autoconocimiento y aceptación, adaptación y flexibilidad.
Nos convierte en buen ejemplo para los demás, multiplicando la inspiración y el estímulo hacía conductas bien intencionadas, auténticas y oportunas. La oportunidad de tener un gran instante vital o de desperdiciarlo.
Merece la pena intentarlo. Ánimo.
Chema
Comentarios recientes